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¿Qué es la competencia cultural en salud y por qué importa tanto?


Brindar atención de salud efectiva no se trata solo de conocimientos clínicos. Se trata también de cómo nos comunicamos, cómo entendemos al otro y cómo respetamos su historia, su idioma y su identidad. Por eso, la competencia cultural no es un extra… es una necesidad.


Esta habilidad implica reconocer nuestras propias creencias, conocer las prácticas de los demás y tener la capacidad de adaptar nuestra atención para ser verdaderamente inclusiva, empática y eficaz.


Si quieres conocer en profundidad este tema escucha el episodio en el que hablo de ello aquí:




Los 3 componentes clave de la competencia cultural


  1. Conciencia cultural Reconocer nuestros propios prejuicios y percepciones. Preguntarnos: ¿desde dónde me estoy relacionando con el otro?

  2. Conocimiento cultural Aprender sobre las prácticas, creencias y tradiciones de otros grupos. Por ejemplo: saber qué significa el ayuno del Ramadán o por qué algunas personas evitan el contacto visual como forma de respeto.

  3. Habilidades culturales Aplicar este conocimiento de forma práctica. Como ajustar un tratamiento para una persona que ayuna o interpretar correctamente una conducta que culturalmente tiene otro significado.


Ejemplos cotidianos de competencia (o falta de ella)


  • Un paciente asiático que no te mira a los ojos y es malinterpretado como desinteresado.

  • Una colega discriminada por su religión dentro del equipo de trabajo.

  • Una enfermera que llega a un nuevo hospital y se siente perdida por las diferencias organizacionales y culturales.


Todo esto afecta la calidad del servicio y el ambiente laboral.


Explorar tus valores también es parte del proceso


Nuestra identidad cultural moldea cómo vemos el mundo. Y por eso es crucial reflexionar sobre nuestros propios valores: ¿Cómo afectan mis creencias la manera en que cuido? ¿Desde dónde escucho, atiendo y acompaño?


A diverse group of smiling healthcare professionals in scrubs and lab coats raise their hands in a classroom setting. Mood is joyful and welcoming.
La competencia cultural comienza con una pregunta sencilla: ¿Estoy dispuesta/o a escuchar sin juzgar?

El modelo de ajuste en forma de U: navegando el cambio cultural


Este modelo nos ayuda a entender el proceso emocional cuando enfrentamos una nueva cultura:


  1. Luna de miel: Admiración por lo nuevo

  2. Choque cultural: Confusión, incomodidad

  3. Adaptación: Aprendizaje, integración, respeto


Ya sea que te traslades a otro lugar o que el cambio llegue a tu equipo, este proceso es normal. Reconocerlo es parte de la adaptación consciente.


Claves para construir equipos culturalmente competentes

  • Crear ambientes inclusivos

  • Expresar expectativas y necesidades con claridad

  • Practicar la escucha activa

  • Estar dispuestas/os a aprender, desaprender y adaptarse

  • Tratar a colegas y pacientes con la misma empatía y respeto


La competencia cultural no es un curso: es una práctica diaria


No se trata de saberlo todo. Se trata de estar dispuestas/os a mirar, aprender, corregir, integrar y acompañar desde la humanidad. 

“No basta con ser competentes con quienes atendemos; también debemos serlo con quienes trabajan a nuestro lado.”

Y si es verdad que la competencia cultural es una practica diaria de consciencia sobre tu entorno, también es cierto que puedes aprender algunas claves para potenciar tus competencias culturales. Y puedes comenzar por aquí.

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