Obstáculos conversacionales en salud: cómo evitar los bloqueos y promover la escucha activa
- Dra. Beatriz Q. Vallejo

- Oct 23
- 3 min read
En la práctica clínica, cada palabra cuenta. A veces, sin darnos cuenta, usamos frases o actitudes que cierran la conversación justo cuando más necesitamos abrirla. A eso se le conoce como obstáculos conversacionales (conversational roadblocks): respuestas automáticas que interrumpen el flujo de la comunicación, desaniman al interlocutor y lo hacen sentir juzgado o ignorado.
En el ámbito de la salud, estos bloqueos pueden marcar la diferencia entre un paciente que entiende, confía y sigue su tratamiento y uno que se desconecta emocionalmente del proceso. En este episodio te lo cuento todo:
Qué son los obstáculos conversacionales
Los obstáculos conversacionales son frases o conductas que impiden la escucha activa. A menudo nacen de la buena intención —querer ayudar, tranquilizar o ofrecer soluciones rápidas—, pero en realidad generan el efecto contrario: rompen la confianza y desalientan el diálogo.
Algunos ejemplos comunes incluyen:
1. Juzgar o criticar
“Eso fue irresponsable.”
Resultado: el paciente se siente culpable o atacado y deja de comunicarse.
2. Dar soluciones rápidas
“Lo único que tienes que hacer es bajar de peso.”
Resultado: la persona siente que su historia no importa; solo recibe órdenes.
3. Interrumpir con experiencias propias
“A mí también me pasó…”
Resultado: la conversación cambia de dueño; la atención deja de estar en quien necesita hablar.
4. Restar importancia a los sentimientos
“Eso no es tan grave, hay cosas peores.”
Resultado: invalida emocionalmente al paciente.
5. Ofrecer consuelo prematuro
“Tranquilo, todo va a estar bien.”
Resultado: se minimiza el dolor presente y se pierde la conexión emocional.
6. Dar sermones o moralizar
“Eso te pasa porque nunca escuchas.”
Resultado: genera culpa y distancia.
7. Hacer preguntas con juicio
“¿Por qué te montaste en ese carro?”
Resultado: la persona se pone a la defensiva y deja de hablar.
8. Cambiar el tema
“Sí, sí, pero hablando de otra cosa…”
Resultado: comunica desinterés y rompe la confianza.

Por qué los obstáculos conversacionales hacen daño
Estos bloqueos rompen la confianza, generan resistencia y refuerzan la soledad. Cuando una persona siente que no la escuchan, deja de preguntar, de aclarar dudas y de participar activamente en su cuidado. Y eso tiene una consecuencia directa: afecta la alfabetización en salud.
Sin escucha activa, no hay comprensión. Sin comprensión, no hay adherencia.Y sin adherencia, no hay resultados.
Cómo reemplazar los obstáculos organizacionales: herramientas de escucha activa
La buena noticia es que estos obstáculos pueden transformarse con prácticas sencillas de comunicación empática.
💬 Sustituye el juicio por curiosidad
En lugar de “eso fue irresponsable”, prueba con:
“¿Qué te llevó a tomar esa decisión?”
Abre la puerta al diálogo y al entendimiento.
💭 Cambia las soluciones rápidas por preguntas
“¿Qué opciones has considerado tú?”
Invita a la reflexión y fortalece la autonomía del paciente.
💗 Valida en vez de minimizar
“Entiendo que esto debe ser muy difícil para ti.”
Reconoce la emoción y genera conexión.
🤫 Practica el silencio útil
El silencio también comunica. Escuchar sin interrumpir demuestra presencia, respeto y apertura.
🕊️ Evita consolar antes de tiempo
Primero escucha. Luego acompaña.
“Cuéntame qué parte de la dieta se te ha hecho más difícil.”
De esa forma, la conversación se convierte en un espacio de colaboración, no de corrección.
Una pregunta clave para cada conversación
Antes de responder, haz una pausa de dos segundos y pregúntate:
“¿Mi respuesta abre o cierra la puerta para que la persona siga hablando?”
Usar frases de acompañamiento como “Cuéntame más”, “Te escucho”, “Debe haber sido difícil” crea un ambiente seguro para la comunicación auténtica.
La escucha como base de la alfabetización en salud
La alfabetización en salud no se trata solo de entregar información, sino de asegurar que la persona la comprenda, la procese y la aplique para tomar decisiones informadas. Y eso solo es posible si hay escucha activa. Sin ella, la educación en salud se queda en la superficie. Escuchar activamente no es un lujo. Es una herramienta vital para conectar, educar y cuidar.
🩺 La comunicación es un músculo: se fortalece con la práctica. Haz la pausa. Escucha. Pregunta sin juicio.Y recuerda: cada conversación es una oportunidad para sanar.
.png)



Comments