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Decisiones médicas sin prejuicios: cómo identificar y superar el sesgo implícito



Como profesionales de la salud, tenemos la gran responsabilidad de asegurar que cada paciente reciba un trato justo y equitativo. Sin embargo, muchas veces, sin darnos cuenta, nuestros prejuicios inconscientes pueden influir en nuestro juicio clínico y en la manera de interactuar con las personas. A este fenómeno se le conoce como sesgo implícito o implicit bias y puede afectar la calidad de la atención que brindamos. En este artículo, exploraremos en detalle qué es el sesgo implícito, por qué se produce y cómo podemos minimizarlo con 6 estrategias prácticas. Además, puedes escuchar el episodio del podcast Comunica Salud en el que exploramos este tema:



¿Qué es el sesgo implícito?

El sesgo implícito se refiere a esas actitudes o estereotipos inconscientes que moldean nuestras decisiones y acciones sin que seamos plenamente conscientes de ello. No necesariamente reflejan nuestros valores conscientes, pero influyen en cómo nos comportamos, especialmente en entornos de salud. Por ejemplo, un profesional de la salud podría, de forma inconsciente, ofrecer tratamientos menos agresivos a ciertos grupos, o asumir que determinadas personas no seguirán las pautas médicas basándose en prejuicios que ni siquiera reconoce tener.

Consecuencias del sesgo implícito en la atención de salud

  • Diagnósticos inexactos: Al basarnos en suposiciones, podemos pasar por alto síntomas importantes o descartar afecciones serias.

  • Tratamientos inadecuados: El prejuicio puede llevarnos a decidir tratamientos insuficientes o no acordes a la condición real del paciente.

  • Falta de empatía: Cuando creemos (de forma inconsciente) que ciertas personas “siempre exageran” o “no van a cuidar su salud”, es menos probable que ofrezcamos una escucha activa y respetuosa.

  • Disparidades en la calidad de la atención: Los grupos históricamente marginados pueden verse más afectados, aumentando las brechas de salud.

Doctor and patient smiling, engaged in conversation. Doctor holds a tablet. The patient sits on an exam table. Bright room, positive mood.
Reconocer nuestros sesgos implícitos no es una señal de debilidad; es el primer paso para transformar la práctica clínica en un servicio verdaderamente humano y equitativo.

Historias reales que marcan la diferencia

Para ilustrar el impacto de estos sesgos, pensemos en el caso de una mujer afrodescendiente de vacaciones que acude a emergencias con un fuerte dolor abdominal. Su cuadro se minimiza y se le diagnostica erróneamente un ataque de ansiedad, sin un examen exhaustivo. Días más tarde, se descubre que padecía una apendicitis aguda que requirió cirugía de emergencia. Este suceso subraya cómo el sesgo implícito puede retrasar diagnósticos vitales y poner en riesgo la vida de los pacientes.

6 estrategias para reconocer y superar el sesgo implícito

1.      Autoevaluación constante

  • Herramientas como el Implicit Association Test (IAT) de la Universidad de Harvard ayudan a descubrir actitudes inconscientes.

  • Estas pruebas miden la rapidez con que relacionas ciertos conceptos (raza, género, edad) con atributos positivos o negativos.

2.      Capacitación continua

  • Participar en formaciones sobre competencia cultural y sensibilidad a la diversidad.

  • Existen plataformas como edugalery.talentlms.com que ofrecen programas específicos para adquirir estas habilidades.

3.      Reflexión crítica

  • Pregúntate: “¿Por qué estoy tomando esta decisión clínica?”

  • Identifica los estereotipos que pueden estar influyendo y busca alternativas más objetivas.

4.      Comunicación inclusiva

  • Practica la escucha activa y evita asumir que el paciente “no cumplirá” con las indicaciones médicas.

  • Permite que sea el propio paciente o participante quien decida sobre su adherencia y su proceso de salud.

5.      Fomentar equipos diversos

  • Contar con equipos de trabajo variados facilita perspectivas más amplias y reduce las visiones sesgadas.

  • La diversidad promueve la innovación y la empatía dentro del grupo profesional.

6.      Protocolos estandarizados

  • Diseña guías o guiones de atención basados en la evidencia, que eviten depender del “instinto” o la “impresión personal”.

  • Apégate a criterios objetivos y medibles para garantizar un trato justo e igualitario.


Reconocer nuestros sesgos implícitos no es una señal de debilidad; es el primer paso para transformar la práctica clínica en un servicio verdaderamente humano y equitativo. Al examinar nuestras propias actitudes, capacitarnos, comunicarnos de forma inclusiva y fomentar la diversidad en nuestros equipos, podemos marcar una gran diferencia en la vida de nuestros pacientes y en la calidad de la atención que brindamos. El cambio comienza en nuestra propia reflexión y se expande hacia un sistema de salud más justo para todos.

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