¡Hola, hola!
¿Cuándo hiciste tus metas para el nuevo año incluiste algo concerniente a la relación con tus pacientes o colegas? Bueno… si no lo hiciste estás a tiempo. Las metas comienzan cuando quieras.
La planificación anual es una herramienta esencial para dirigir nuestros procesos como personas y profesionales. En los escenarios de prestación de servicios de salud la empatía y la comunicación son fundamentales. Por lo tanto, hay que planificar cómo optimizamos nuestras destrezas en el trabajo que realizamos cada día para que redunden en bienestar. Establecer objetivos con respecto a la comunicación entre nuestros pacientes, los familiares y colegas puede hacer una diferencia en la calidad de la atención a los servicios, la satisfacción del paciente y nuestra propia satisfacción. En este artículo te propongo algunas resoluciones de año nuevo para profesionales de la salud que podrías aplicar.
¿Quién fui como profesional el año pasado? Puedes reflexionar sobre las experiencias vividas ¿Qué hiciste distinto en tu área laboral? ¿Cuáles fueron esos logros que quieres repetir? ¿Cuáles fueron las experiencias lamentables de las que reflexionaste y pensaste: Ehhh, ¿y si reacciono distinto la próxima vez? Piensa: ¿En dónde estoy en este momento?
Luego, reflexiona: ¿Hacia dónde me dirijo este año? Revisa tu misión, visión y propósito como profesional. Evalúa las destrezas que quieres optimizar. Aquí algunos ejemplos:
La escucha activa: Pregúntate: ¿Cómo están mis destrezas de escuchar? La escucha activa mejora nuestro entendimiento de las necesidades del otro, así como la confianza de expresar nuestras necesidades.
La colaboración: Pregúntate: ¿Soy un team player? Somos seres sociales y en la industria de la salud el trabajo en equipo hace una diferencia en los pacientes, sus familias y la carga de trabajo entre colegas. Busca un compañero, cuéntale tus metas y hagan un buddy system. Acompáñense en el accountability de cada día. Seguro harán la diferencia juntos y serán modelaje para los demás.
La educación continua: Pregúntate: ¿Cómo desarrollo nuevas destrezas que me hagan optimizar mi ejecución diaria. ¿Cómo aporto? ¿Cómo me siento como profesional? La educación implica progreso, refresca ideas, conceptos y energiza.
La ejecución: ¿Cómo me manejo con las nuevas destrezas, con mis nuevas actitudes, con mi reflexión sobre lo que hice y mi plan de hacia dónde me dirijo este nuevo año? Escribe qué quieres hacer y a dónde quieres llegar.
Recuerda el autocuidado. Es súper importante, sobre todo ante las circunstancias que se han vivido en la industria de la salud en los pasados años. Luego, ve a tu visión board. Añade tus nuevos objetivos para el año con tus pacientes y colegas. Revísalos cada tres meses y evalúa el progreso.
¡Te veo disfrutando el proceso y cosechando frutos!
Éxito. ¡Luego me cuentas!
Excelente herramienta para auto evaluarse!