Cómo la consistencia puedes transformar comunidades y salvar vidas
- Dra. Beatriz Q. Vallejo

- Aug 7
- 2 min read
El éxito está en la consistencia
Robert Collier lo dijo mejor que nadie: “El éxito es la suma de pequeños esfuerzos repetidos día tras día.”
En salud pública, esta frase es más que cierta: es indispensable.
Las campañas de vacunación, la prevención del cáncer, la promoción de estilos de vida saludables o la educación en salud sexual no logran resultados inmediatos. Requieren repetición, seguimiento, ajustes y diálogo constante con la comunidad.
Escucha el episodio de Comunica Salud en el que abordo este tema:
Un ejemplo real: la lucha contra el tabaco en Puerto Rico
En Puerto Rico, la aprobación de políticas públicas que restringen el uso del tabaco fue el resultado de años de esfuerzo sostenido de profesionales de diversas disciplinas.
Hubo jornadas largas, resistencia, errores y aprendizajes. Pero la constancia de los equipos de trabajo, la comunicación interna y externa, y la visión compartida hicieron posible un cambio histórico.
La consistencia convierte la intención en cultura. Es seguir mostrándote incluso cuando nadie te aplaude.
Consistencia en todos los niveles
A nivel individual: una nutricionista que adapta planes mes a mes según las necesidades de sus pacientes, aunque deba repetir los mismos mensajes muchas veces.
A nivel comunitario: un promotor de salud que visita semanalmente una comunidad para educar sobre la prevención del dengue, aunque los resultados no sean inmediatos.
La consistencia está en escuchar, adaptar el mensaje y seguir presentes, aun cuando es difícil.

4 claves para sostener la consistencia (sin agotarte)
Hazlo simple y repetible. Mejor una acción pequeña que puedas mantener, que un gran proyecto imposible de sostener.
Crea sistemas, no dependas de la motivación. La disciplina sostenida siempre gana a la inspiración momentánea.
Celebra el progreso, no la perfección. Cada paso cuenta, incluso si es pequeño.
Trabaja en red. La consistencia se multiplica cuando se hace en equipo. Coordina, comparte y activa a otros desde tu propia constancia.
Cómo convertir a tu audiencia en parte del cambio
Invita a la acción concreta. Termina tus intervenciones con tareas, preguntas aplicables o llamados a la acción.
Valida la experiencia del otro. Escucha antes de enseñar, utiliza las palabras y vivencias de tu audiencia.
Hazlo útil y accesible. Entrega herramientas prácticas que puedan usar en su día a día.
Repite con intención y adapta el mensaje. La repetición genera recordación, pero la adaptación crea pertinencia.
La consistencia salva vidas
El verdadero cambio en salud pública no está en los titulares ni en los premios. Está en las acciones diarias que nadie ve:
la hoja que ayudaste a llenar,
la llamada de seguimiento que hiciste,
la capacitación que repetiste con paciencia y empatía.
No necesitas cambiar el mundo hoy. Solo necesitas seguir mostrándote cada día.
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