Cuando el paciente llega con su diagnóstico de Google o ChatGPT
- Dra. Beatriz Q. Vallejo

- Jul 29
- 3 min read
Cada vez es más común escuchar historias de pacientes que llegan a la consulta convencidos de que tienen una enfermedad… porque lo vieron en Google o le preguntaron a ChatGPT. Tal vez tú también lo has hecho alguna vez.
Y no es que esas personas quieran retar nuestra autoridad médica. Lo que buscan, en el fondo, es entender qué les está pasando. Pero la sobreabundancia de información —sin contexto ni guía profesional— puede generar ansiedad, diagnósticos equivocados y hasta automedicación.
Escucha aquí el episodio de Comunica Salud en el que te hablo de este tema:
Como profesionales de la salud, no podemos cerrar la puerta a estos pacientes. Al contrario: tenemos que convertir ese momento en una oportunidad para educar, conectar y fortalecer la confianza clínica. Aquí algunas estrategias para lograrlo:
Cambia la perspectiva sobre los diagnósticos en Google y Chat GPT
No es un ataque, es una necesidad
Cuando un paciente llega con su propio diagnóstico, tenemos dos opciones: verlo como una amenaza a nuestra autoridad… o como una puerta abierta para educar.
La segunda opción no solo reduce tensiones, sino que nos permite conocer qué le preocupa y qué entendió de la información que encontró.
Una buena pregunta puede ser:“¿Qué fue lo que leíste que más te preocupó?”
Usa lenguaje claro y libre de tecnicismos
Ayúdales a interpretar la información que encontraron
La alfabetización en salud no se nota a simple vista. Incluso personas con alto nivel educativo pueden tener dificultades para entender información médica. Usa palabras sencillas, ejemplos cotidianos y evita términos técnicos innecesarios. Recuerda que 9 de cada 10 adultos no comprenden bien los mensajes de salud.

Valida su esfuerzo y redirígelo con respeto
No minimices la información que encontró en Google o Chat GPT
Cuando un paciente dice “creo que tengo lupus, lo busqué en Google”, no lo desmientas de inmediato. Escucha. Reconoce su preocupación y luego ofrece información basada en evidencia, sin juicios.
Por ejemplo:“Ese síntoma puede tener muchas causas, algunas muy comunes. Vamos a explorar juntos qué puede estar pasando en tu caso.”Usa la enseñanza inversa
Invita al paciente a explicarte lo que entendió:“Cuéntame con tus palabras lo que sabes sobre esta condición.”Esto te permite identificar malentendidos y corregirlos de forma más empática.
Comparte fuentes confiables
Ya que está buscando información, aprovecha para orientarlo:“Me encanta que quieras entender más. Te recomiendo que busques en estas páginas, que están basadas en evidencia científica.”
Educar al paciente sobre cómo identificar fuentes confiables es una forma de empoderamiento.
Normaliza su búsqueda y crea un plan conjunto
No hay que satanizar la curiosidad. Al contrario, podemos usarla como puente para construir un plan compartido:“Está muy bien que busques información, pero hagámoslo juntos. Yo puedo ayudarte a interpretarla y tomar decisiones seguras.”
Aprovecha los patrones para educar en comunidad
Si notas que varios pacientes llegan con la misma duda o desinformación, quizás sea el momento de crear materiales educativos: cápsulas informativas, videos cortos, publicaciones en redes. Involucra a tu equipo para desarrollar contenido accesible y basado en evidencia.
Un paciente que llega con su diagnóstico de Internet no está compitiendo contigo. Está buscando claridad. Y tú puedes ser quien traduzca esa maraña de información en alivio, orientación y cuidado.
Porque un paciente que entiende… es un paciente que se cuida mejor.
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